Una de las ciudades y lugares que más me ha impresionado en mi vida ha sido Varanasi ( India). Y allí, aparte de vivir el pulso de una ciudad única e inenarrable, debes hacer dos visitas impredecibles. Una es ir a ver el Aarti Ganga que cada tarde, a la puesta del sol, en el Dashaswamedh Ghat se hace un acto inmemorial de dar gracias a la Diosa Ganges haciendo ofrendas, haciendo el rito hindu de adoración mediante lamparas empapadas en ghee o alcanfor ofreciéndolas a los dioses hecho por cinco bramanes que colocan una especie de altar. El rito, diario, dura más o menos, una hora. Y otro hecho que no puedes perderte es bajar a algún ghat y ver el amanecer en el río Ganges. Si tienes la suerte de que el día esté limpio de nubes y el río esté calmado, vivirás algo que trascenderá dentro de ti. Aquí, el sol ya ha levantado bastante, pero la magia aún no ha desaparecido. Siempre me digo una cosa, doy gracias por haber visto y sentido esa ciudad, que, pienso, todos deberíamos visitar una vez en la vida.