Su construcción data del s.XVI y fue mandado levantar por el rey Felipe II. Su arquitecto inicial fue Juan Bautista de Toledo, aunque intervinieron más arquitectos de renombre, como Juan de Herrera entre otros. Este complejo lo compone el monasterio, palacio real, basílica, biblioteca, panteón real y un colegio. Está considerado como una de las edificaciones renacentistas más destacadas de Europa, de hecho ha sido considerada la octava maravilla del mundo durante mucho tiempo. En su interior destaca la cantidad de obras de arte, pinturas murales y escritos de excepcional valor, además de su panteón real, donde reposan reyes y reinas de las dinastías de los Austrias y los Borbones.