La coloración del ánade friso macho presenta una dominante gris muy vermiculada con los cuartos traseros negros y el vientre blanco. Durante la muda (eclipse) recuerda a la hembra. Ésta es muy parecida a la del ánade real, pero con el espejuelo y el vientre blancos. El ánade friso es un pato tímido, lo cual, unido a su color discreto, hace que muchas veces pase desaperciba. Nunca se le ve en gran número y suele encontrarse en compañía de otras aves como ánades reales. El ánade friso prefiere aguas poco profundas y con abundante vegetación lacustre donde refugiarse. Es poco frecuente en las costas. Las poblaciones de la Península Ibérica son principalmente invernantes procedentes del centro y el este de Europa; no obstante en algunos humedales Ibéricos tienen poblaciones de ánades frisos que se reproducen en ellos, tendencia que parece que va en aumento.